Mieko, siempre que su mamá peina su larga melena, grita porque tiene nudos en el pelo. Sayaka, su hermana mayor, le dice que ella se cepilla varias veces al día, pero a Mieko eso le parece un auténtico rollo. Lo que más le gusta de todo es bailar sin parar pero el problema es que tiene qu llevar el pelo recogido. Su hermana le aporta una gran idea, ¡que se corte el pelo!, y, sin pensarlo dos veces, con la maquinilla de su padre, la melena de Mieko vuela. Cuando se mira en el espejo ve que tiene el pelo casi al cero!. Da unos pasos de ballet y siente el aire zumbándole en los oídos ¡Es maravilloso estar sin melena!, exclama con gran alegría. Hoy es el primer día de danza, después de las vacaciones de verano, y cuando se pone el leotardo y el maillot ¡le quedan pequeños¡ pero no le preocupa porque a ella lo que le encanta es bailar con pantalón corto y camiseta en lugar de la ropa ajustada de danza. ¡Nunca había girado tan rápido ni había saltado tan alto! Y ahora, además, está en clase Sofía, la de la sonrisa bonita. Esa sonrisa que hace que Mieko sienta un calorcillo en el estómago. Pero ¿por qué la colocan en el grupo de salto? ¡Allí solo hay chicos! Un álbum con expresivas ilustraciones de finas líneas en negro y a color, con juegos de figuras y perspectiva, que complementan la entrañable historia sobre la identidad, la inclusión y la diversidad, y que anima a los niños y las niñas a trabajar por conseguir cumplir sus sueños, ser lo que desean e identificar sus sentimientos.